MÁS GATILLO FÁCIL DE LA POLICÍA NEUQUINA
Desquiciada está toda la institución policial
En la madrugada del 19 de diciembre de 2012 se produjo un nuevo episodio
de gatillo fácil contra un joven de 13 años. Se trata de la policía del Barrio
San Lorenzo, de la ciudad de Neuquén. Salas, el policía asesino, pertenece a la
nefasta Comisaría 18 que cuenta con numerosos antecedentes de gatillo fácil, de
apremios ilegales, de abuso policial y de
estafas, sin nombrar sus conocidos vínculos con el tráfico de estupefacientes.
El menor de edad que se encontraba con muerte cerebral y asistencia
respiratoria mecánica fue desconectado esta mañana.
El hecho ocurrió alrededor de las 3 de la mañana. El adolescente
circulaba junto a otros seis menores de edad en un auto Renault Coupe Fuego, el que habían sacado al padre de uno de ellos. Al ver
un móvil policial los integrantes del vehículo aceleraron; sin mediar
advertencia, un oficial disparó a la
luneta del vehículo e hirió gravemente en la cabeza a uno de los chicos.
Gladys Rodríguez de la organización Zainuco, quien acompañó a los
padres del adolescente, comentó que luego de ocurrido el hecho los amigos de la
víctima fueron detenidos en la Comisaría del Menor y permanecieron incomunicados
hasta las 8 de la mañana. Según contaron los chicos los mismos policías bajaron del vehículo al adolescente herido y
dijeron “ya fue”, después se dieron cuenta de que respiraba y llamaron a una ambulancia,
comentó Rodríguez.
De ninguna manera se trata de un caso aislado, producto de un
agente desequilibrado como la
Institución Policial de Neuquén tratará de hacer aparecer este nuevo asesinato. Se trata de un plan represivo impulsado por el gobierno de Sapag, de
terrorismo policial impuesto en los barrios para amedrentar a la población y
reprimir sobretodo a los jóvenes, principales víctimas del terrorismo de
estatal.
Se trata de un plan diseñado y llevado a la práctica ya por el ex
gobernador Jorge Omar Sobisch, denominado “De cuadrículas”, que coloca gran
cantidad de patrulleros y efectivos en los barrios para lograr el control social.
En el mes de julio en el barrio Cuenca XV, Matías Casas, de 19
años, fue asesinado con dos balazos en la espalda. Disparó con el arma
reglamentaria el suboficial Esteban Méndez de la Comisaría 1ª del área de Investigaciones,
quien lleva casi 24 años de servicio en las fuerzas represivas del estado.
Matías y su novia Micaela caminaban
por la calle con la moto al lado. En ese
momento apareció Méndez preguntando “¿quién es Matías?” y disparó entre los
chicos una bala que hasta ahí no llegó a herir a ninguno. Matías subió a su
moto e intentó escapar del lugar, pero Méndez, fiel a su entrenamiento, con
tranquilidad y sangre fría se preparó y apuntó, disparando dos tiros en la
espalda del joven. Una Ford Ranger recogió al suboficial para seguir a Matías,
quien, como pudo, huyó hasta las calles Novella y Rosario, donde cayó
agonizando por desangramiento.
En el piso el joven fue pateado por Méndez que ya se había bajado
de la camioneta policial. Loreley, la hermana de Matías, vio cómo el policía,
acompañado por una oficial que lo encubrió, lo pateaba a pesar de que el chico
ya no daba más. Los demás policías se ocuparon de alejar a la gente, en una
clara maniobra para encubrir al asesino. Matías falleció a las 9 de la mañana
del lunes, en el Hospital Regional Castro Rendón.
La esposa del policía se acercó a la Comisaría 18ª alrededor de
las 3 de la mañana para radicar la denuncia contra Matías por “agredir” a su
hijo, arguyendo que fue quien inició el conflicto amenazándolo con un arma. Horas después, al enterarse del
deceso, la cobardía policial no fue suficiente y Méndez se vio obligado a
entregarse, siendo trasladado a la Unidad Penal nº 11 para no sufrir
incidentes, según los voceros oficiales. Y habrá que detenerse a pensar si en
esa cárcel los policías cuentan, como en casi todas, con todo el privilegio y
la seguridad a su alrededor, mientras los presos son brutalmente torturados por
las palizas y otros métodos más “sofisticados”, como alertan las reiteradas
denuncias que se hacen a través de los organismos de derechos humanos y las
distintas organizaciones políticas de la región.
Unos tras otros: hechos, imágenes y palabras ponen en evidencia que el accionar policial no
es un aparato que deja al azar la acción, el proceso y el resultado: mientras
al suboficial le levantan las vainas de los cartuchos que él disparó, lo
trasladan a una celda cómoda en un penal donde el amedrentamiento les otorga un
poder sistemático y le caratulan la causa como un homicidio simple. Y los pibes
pobres en los barrios siguen siendo asesinados todos los días, sin la posibilidad
de vivir con dignidad.
En los barrios no queremos ni narcos, ni policías, sólo la
organización y la lucha para resistir.
SOCIEDAD DE
RESISTENCIA DE OFICIOS VARIOS DE NEUQUEN
(ADHERIDA A
LA FORA-AIT)
oficiosvariosneuquen@fora-ait.com.ar
srovnqn.blogspot.com.ar
FUENTES:
http://www.rionegro.com.ar/diario/decaen-las-esperanzas-por-la-salud-del-joven-baleado-1033692-9521-nota.aspx
CORREPI BOLETIN INFORMATIVO 667
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